¿Cómo se hace Hakomi?
En una sesión de Hakomi, no tenemos largas conversaciones especulativas sobre la historia de la vida, sino que miramos cómo se expresa nuestra historia de vida aquí y ahora, en nuestro comportamiento, gestos, expresiones faciales, tensiones corporales, en la respiración etc.
El lenguaje del cuerpo nos invita a conectar con el mundo interior inconsciente y acceder a sus experiencias e ideas antiguas que quieren ser revisadas para aportarnos una nueva libertad de relacionarnos y experimentarse en el mundo de forma diferente.
En una sesión se van haciendo ejercicios y pequeños experimentos que van trayendo a la conciencia las ideas y creencias limitantes que ayudan a conocerse mejor y poder ser mejor persona.
Se trata de identificar los recursos de cada persona para que ella pueda sanarse a sí misma.
Lo que hace especial Hakomi es la actitud de nosotros como ‘terapeuta’, cómo apoyamos a las personas que se están auto-estudiando con plena atención y respeto (lo llamamos ‘presencia amorosa’).
En muchos sentidos, Hakomi puede ser una forma de relacionarse con el mundo y las personas, o una forma de vivir.
“Una presencia que acoge y abraza todo, libre de juicios… así podría describirse una sesión Hakomi; sentir eso que va más allá de las palabras, ese silencio presente que escucha y habla a la misma vez; que te acompaña a conocerte y auto-descubrirte de manera amable y amorosa.“